Ráfagas de movimiento, corrientes gestuales, paisajes de agua, humo y metal nos adentran en un realidad meditativa fundamental, más allá del ruido y del desorden. La Galería Karin Wimmer presenta del 17 de marzo al 14 de abril AD INFINITUM, una exposición comisariada por Laura Sánchez Serrano, que muestra la obra más reciente de Juan Carlos Nadal.
Juan Carlos Nadal (*1966, Alicante) parte del gesto creativo más instintivo y elemental – el giro, el pliegue – para moldear la materia y crear formas fractales que, como en la naturaleza, se repiten infinitamente. Tanto en sus esculturas como en sus pinturas y dibujos, el material deviene forma a través de trazos o movimientos espontáneos y decididos, gestos que oscilan rítmicamente entre el control fruto de la experiencia y la pérdida consciente del mismo.
Aluminio, zinc, tela, papel, carbón, esmalte o pintura quedan sometidos irremediablemente al ímpetu creador del artista, transformándose en curvas nerviosas bañadas de negro, metal y turquesa. El negro, asociado al infinito, a la nada de la que todo surge, convive con el resplandor metálico del aluminio remachado, resultado de la acción industrial del hombre, y un azul turquesa que nos traslada a las costas del mar mediterráneo, tan presentes en la biografía del artista.
Industria versus naturaleza, movimiento versus meditación. La obra de Juan Carlos Nadal nos invita a vivir una experiencia estética genuina: una danza de formas esenciales recurrentes, que se repiten en el silencio del espacio ad infinitum.
Gusts of movement, gestural currents, landscapes of water, smoke and metal that bring us into a fundamental state of meditation beyond noise and disorder. Karin Wimmer Contemporary Art presents from the 17th until the 14th of April AD INFINITUM, an exhibition curated by Laura Sánchez Serrano that shows the most recent work of Juan Carlos NADAL.
Juan Carlos NADAL (*1966, Alicante) uses the most instinctive and elemental creative gesture – turning, folding – in order to mould the matter and creates fractal forms which, as in nature, repeate themselves indefinetely. In his sculptures, paintings and drawings, material becomes form by using spontaneous but determined strokes and movements: gestures that swing rhythmically between the control learned from experience and the conscious loss of it.
Aluminium, zinc, fabric, paper, charcoal, enamel or paint become irretrievably subjected to the creative vigour of the artist and turn into agitated curves, bathed in black, metal and turquoise. Black, associated to infinity and the nothingness from where matter emerges, coexists with the metallic glow of the riveting aluminium, the result of industrial action of human beings and a turquois blue that brings us to the coast of the mediterranean sea, so present in the biography of the artist.
Industry versus Nature, Movement versus Mediation. The work of Juan Carlos NADAL invites us to live a genuine esthetic experience: a dance of essencial forms that recur ad infinitum in the silence of space.